jueves, 22 de enero de 2015

¿Por qué sudo tanto?

La sudoración excesiva o hiperhidrosis afecta a un 2 a 5% de la población mundial y puede verse localizada en manos, pies, axilas, cara, cuerpo o una combinación de todas ellas.

Quizá no afecte a gran parte de la población pero cuando se sufre ¡qué molesta es! En este artículo te hablamos de ella y de sus posibles tratamientos.
La sudoración es un fenómeno fisiológico por el cual el cuerpo regula su temperatura. Y es normal sudar cuando tenemos calor, nos ponemos nerviosos o hacemos ejercicio. 
El Sistema Nervioso Simpático es el encargado de enviar el estímulo a las glándulas sudoríparas para que estas permitan la sudoración, pero la hiperhidrosis representa un exceso de ese estímulo, por lo cuál se suda más de lo que es preciso, produciendo en zonas del cuerpo o en el cuerpo, una humedad en demasía que no se necesita. 

Esto puede generar un problema en la socialización del niño, joven o adulto que la padece. 

Existen dos grandes clasificaciones para la hiperhidrosis:

a) La orgánica y dentro de esta, dos subclasificaciones:

I) La hiperhidrosis primaria, que surge generalmente en la niñez o pubertad. En la mayoría de los casos algún familiar la padece por lo que podría haber una causa genética pero aún no se ha identificado el gen que la produce.  

II) La hiperhidrosis secundaria, que se presenta cuando tenemos previamente otra enfermedad como el hipertiroidismo, la acromegalia, la diabetes mellitus, cáncer, fiebre o infecciones ( por ejemplo la tuberculosis) o cuando existe algún problema hormonal o estamos en la menopausia,  así como por la toma de ciertos fármacos como ser el omeprazol, el enalapril o el diltiazem.

b) La no orgánica, de origen emocional y que se da frente a situaciones de estrés, ansiedad, vergüenza y que resulta ser la más común de todas. 

La otra condición que puede acompañar o no a la hiperhidrosis es la bromhidrosis u olor desagradable que surge de la excreción del sudor mezclado con las bacterias de la propia piel. 

Tratamiento

Si la hiperhidrosis representa un problema para la persona afectada entonces debe ser tratada.

Existen varios tratamientos que pueden ser útiles:

- Antitranspirantes: sustancias para disminuir o inhibir la sudoración. En casos de hiperhidrosis leves. 

- Iontoforesis: consiste en la introducción de sustancias a través de la piel utilizando corriente continua de baja intensidad emitida por dos electrodos. Es útil en la hiperhidrosis palmo-plantar.

- Toxina Botulínica: la toxina botulínica en pequeñas cantidades y de forma local puede producir parálisis muscular por denervación química y ser útil en hiperhidrosis palmar y axilar.

- Fármacos anticolinérgicos: como el glucopirrolato de forma tópica y con iontoforesis y los de vía oral como la Oxibutinina

- Cirugía: Simpatectomía torácica endoscópica, para casos de hiperhidrosis severa.

- Acupuntura: de la cual todavía no contamos con estudios científicos pero que, basada en mi experiencia, es útil en la hiperhidrosis, sobre todo en la de origen emocional. 

-  Auriculoterapia, en el mismo orden que la anterior. Consulta con tu especialista en Dermatología para que evalúe tu caso y te recomiende lo más adecuado para ti.



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